Nuestro lugar, NUESTRA IDENTIDAD

La identidad conecta a la gente con los lugares. El significado que se les da a estos lugares es tan fuerte que se vuelve el punto central de la identidad de las personas que lo experimentan.
Las personas desarrollamos fuertes vínculos con determinados espacios y lugares que nos rodean, y en particular en aquellos donde vivimos. Nuestras actividades cotidianas y las experiencias vividas a lo largo del tiempo nos llevan muchas veces a proclamar un espacio como “propio”, generando sentimientos de arraigo y pertenencia.
Estos sentimientos son los que nos conectan a “nuestro lugar”, donde ciertas cualidades del entorno nos hacen sentir “como en casa”: el olor de la tierra mojada, el canto de las ranas y los grillos, los alambrados y sus talas o poder ver salir la luna en el horizonte…
Los recuerdos de experiencias vividas también nos vinculan a estos espacios.

Este vínculo hace que determinados espacios formen parte indisoluble de nuestra identidad.
El sentido de pertenencia hacia determinados lugares no es solo individual, también es colectivo, ya que es la comunidad quien le otorga significado, una historia y hechos concretos a los lugares representativos de nuestra identidad. Es por esto que los espacios se encuentran cargados de sentimientos y significados sociales, y están íntimamen-te ligados a cómo las personas pensamos y sentimos a “nuestros” lugares.
La identidad conecta a la gente con los lugares. El significado que se les da a estos lugares es tan fuerte que se vuelve el punto central de la identidad de las personas que lo experimentan.
Las personas desarrollamos fuertes vínculos con determinados espacios y lugares que nos rodean, y en particular en aquellos donde vivimos. Nuestras actividades cotidianas y las experiencias vividas a lo largo del tiempo nos llevan muchas veces a proclamar un espacio como “propio”, generando sentimientos de arraigo y pertenencia.
Estos sentimientos son los que nos conectan a “nuestro lugar”, donde ciertas cualidades del entorno nos hacen sentir “como en casa”: el olor de la tierra mojada, el canto de las ranas y los grillos, los alambrados y sus talas o poder ver salir la luna en el horizonte… Los recuerdos de expe-riencias vividas también nos vinculan a estos espacios. Este vínculo hace que determinados espacios formen parte indisoluble de nuestra identidad. El sentido de pertenencia hacia determinados lugares no es solo individual, también es colectivo, ya que es la comunidad quien le otorga significado, una historia y hechos concretos a los lugares representativos de nuestra identidad. Es por esto que los espacios se encuentran cargados de senti-mientos y significados sociales, y están íntimamen-te ligados a cómo las personas pensamos y senti-mos a
“nuestros” lugares.

Lic. Mariana Romiti. Programa de Recursos Culturales.
Administración de Parques nacionales
Fuentes:Curtoni, R. 2000. La percepción del paisaje y la reproducción de la identidad social en la región pampeana occidental (Argentina). En: Paisajes Culturales
Fuente imagen: punto-coop.com.ar